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sábado, 23 de marzo de 2013

1111 LINCOLN ROAD / HERZOG & MEURON / VIDEO / ELIZABETH PRIORE


eleven eleven | Elizabeth Priore from Focus Forward Films on Vimeo.

1111 Herzog & de Meuron Lincoln Road es un edificio de varias plantas de aparcamientos en Miami Beach , también alberga  fiestas, clases de yoga y bodas, explica el propietario Robert Wennett en esta película producida por el cineasta Isabel Priore (+ fotografías de Hufton + Crow).
1111 Lincoln Road by Herzog & de Meuron
Llamado 1111 Lincoln Road, el edificio de hormigón con forjados apoyados sobre columnas en forma de cuña, se completó en 2010, ofrece niveles de estacionamiento con luz natural que también puede ser utilizado para otras actividades , la planta baja ofrece una hilera de tiendas y restaurantes.
1111 Lincoln Road by Herzog & de Meuron
"Tuve la oportunidad de cambiar la percepción de la gente sobre lo que es y estacionamiento , y construir un tipo de edificio que se convierte en un espacio de encuentro social y un espacio público", dice Wennett. "Todo lo que hacemos en el garaje no es lo que esperas en un estacionamiento".
1111 Lincoln Road by Herzog & de Meuron
Explicar cómo el edificio contiene "una gran escalera central" en lugar de una escalera cerrada y también está lleno de arte público. "Querer ir a un garaje de estacionamiento, frente a querer salir de ella lo antes posible se convierte en un nuevo paradigma", declara.
1111 Lincoln Road by Herzog & de Meuron
Por último, Wennett explica que él vive en un apartamento en la planta superior del edificio. "La gente siempre me pregunta '¿por qué querrías vivir en el interior de un estacionamiento? pero en el momento de su llegada nunca me pregunta otra vez ", dice.
1111 Lincoln Road by Herzog & de Meuron
Dirigida y producida por Elizabeth Priore , la película es un semi-finalista en el concurso Focus Forward cineasta . 
1111 Lincoln Road by Herzog & de Meuron

1111 Lincoln Road by Herzog & de Meuron
Herzog & de Meuron también completó recientemente una galería que se parece a un par de graneros en Long Island .

LO COMUN ES LO MAS EXTRAÑO / VICENTE VERDU


El mayor atasco circulatorio de la historia tuvo lugar en China a finales de agosto de 2010. La cola de coches y camiones llegó hasta los 100 kilómetros sobre la vía que discurre desde Huanian a Pekín. Se tardaron 11 días en deshacer el embotellamiento, aunque las primeras previsiones llegaron a calcular que se necesitaría un mes. Más de 10.000 camiones formaban parte de esta caravana inmóvil. La caravana paralítica que, en cierto modo, es la metáfora de los muchos problemas enroscados en el subdesarrollo ancestral.
Los datos de este superatasco chino que dejaban chatas las peripecias parisinas de Cortázar en su cuento La autopista del sur (1966) se difundieron entonces por las redes y Norman Foster los recordaba en la conferencia inaugural del segundo congreso que la fundación Arquitectura y Sociedad ha recopilado en un volumen titulado:Arquitectura: lo común.
Unas 200.000 personas emigran diariamente del campo a la ciudad en los mayores países emergentes. Países que se alzan en unos puntos y siguen, no obstante, clavados en la extrema pobreza por doquier. India, Brasil, China, Rusia más otros innumerables lugares de Asia, África y América Latina presentan gigantescos problemas de urbanismo que nunca antes había conocido la Humanidad. Basta saber que el crecimiento industrial que en Europa requirió 200 años, se alcanza (o se abalanza) entre ellos durante un tiempo 10 veces menor.
La arquitectura, como la sanidad, aspira a ser universal y difundir vendas o vacunas
Los emiratos árabes, desde Dubai a Abu Dabi se rediseñan, en unos casos siguiendo el modelo de corrupción estrafalaria y en otros supuestos con intenciones de brillante y buena fe. En este último caso, Foster, ha creado incluso una flamante ciudad, Masdar, en Abu Dabi, que no solo se alimenta tan solo de sol, sino que en todos los órdenes se comporta como un ser autoabastecido. Los combustibles sólidos se hallan cerca, pero el desafío consiste en crear, como mandaba Vitruvio, obras nuevas que den buen cobijo, eficiente y placentero (firmitas, utilitas y venustas). Y de bajo coste.
Parece una oración benéfica de los años de Mari Castaña esta invocación al pasado tradicional, pero, de hecho, la moral contemporánea se ha degradado tanto que su putrefacción impulsa a buscar aromas en la inteligencia cabal que ha proporcionado supervivencia a los seres humanos. En Masdar, por ejemplo, la temperatura exterior llega a ser de 66 grados, pero el abigarramiento de las viviendas procurándose sombra mutuamente logra rebajar ese infierno hasta los 46 grados. Todavía podrían freírse huevos sobre el pavimento, pero, a medida que se penetran las fachadas, aparecen patios con columnatas que alivian del sofoco. Y, por añadidura, como comprobó Foster, si se planta vegetación en los patios y se multiplican fuentes y estanques surge un enfriamiento evaporativo que, por lo menos, permite respirar y hasta abrazarse.
En esas zonas existe una construcción tradicional llamada Torre del Viento, cuya poética labor consiste en aprehender las leves corrientes de aire que planean sobre el desierto y hacerlas discurrir por el interior de las viviendas y, en ocasiones, a través de unos trapos húmedos.
Estas torres de viento se usaban solo en las casas nobles, pero hoy la arquitectura, como la sanidad, aspira a ser universal y difundir vendas o vacunas para proteger las vidas. Para protegerlas y mejorarlas algo más.
El corazón del congreso que patrocinó la fundación Arquitectura y Sociedad en junio del año pasado tuvo como lema Lo común. Es decir, el espacio que se habita para la fiesta, la protesta política o el intercambio comercial en plazas o en pasajes.
La ciudad regresa como primera inspiración de los edificios y no azarosamente y temerariamente al revés. La construcción espectacular o especulativa que originó ciudades monstruosas se desacredita tanto o más que los políticos y sus instituciones ante la conciencia crítica de una Humanidad que cuenta ya —y cada vez más— con profesionales interesados en proteger vidas en esta Tierra y ganar, de paso, el cielo tanto para el cliente como para el autor.
via: www.elpais.es

lunes, 18 de marzo de 2013

TOYO ITO / PREMIO PRITZKER 2012


Toyo Ito Premio Pritzker 2013
Yoshiaki Tsutsui
La Fundación Hyatt ha dado a conocer que el arquitecto japonés Toyo Ito ha sido galardonado con el Premio Pritzker de Arquitectura 2013. El Premio Pritzker es el máximo reconocimiento y más alto galardón en el mundo de la arquitectura el cual es entregado desde 1979 en vida a un arquitecto que haya tenido contribuciones significativas a la humanidad y el entorno construido a través del arte de la arquitectura. El arquitecto Toyo Ito recibirá el premio en una ceremonia que se llevara a cabo el próximo Miércoles 29 de Mayo en la Biblioteca y Museo John F. Kennedy en la Ciudad de  Boston, Massachusetts. [Más información después del salto.]
Toyo Ito Premio Pritzker 2013          Toyo Ito Premio Pritzker 2013          Toyo Ito Premio Pritzker 2013
Toyo Ito Premio Pritzker 2013
Museum of Architecture, 2006—2011, Imabari-shi, Ehime, Japón // Foto: Daici Ano
Lord Palumbo, presidente del jurado, habló desde su casa en el Reino Unido citando al jurado y las razones por las cuales escogieron a Toyo Ito como ganador del premio este año: “A lo largo de su carrera, Toyo Ito ha sido capaz de producir un trabajo que combina la innovación conceptual con edificios magníficamente construidos. Con la creación de una arquitectura excepcional durante más de 40 años, Toyo Ito ha sido capaz de crear bibliotecas, casas, parques, teatros, tiendas, edificios de oficinas y pabellones, cada vez tratando de ampliar las posibilidades de la arquitectura. Un profesional con talento único que está dedicado al proceso de descubrimiento que viene de ver las oportunidades que tenemos en cada trabajo.”
Toyo Ito Premio Pritzker 2013
Main Stadium for The World Games 2009, 2006—2009, Kaohsiung, Taiwan R.O.C. // Foto: Fu Tsu Construction Co., Ltd.
Toyo Ito ha recibido numerosos reconocimientos a nivel internacional, incluyendo en el 2010 el Praemium Imperiale, en el 2006 la Royal Gold Medal entregada por el Royal Institute of British Architects y en el 2012 el León de Oro en la Bienal de Venecia.
Toyo Ito Premio Pritzker 2013
Za-Koenji Public Theatre, 2005—2008, Suginami-ku, Tokyo, Japan


via : http://www.arquinauta.com

martes, 5 de febrero de 2013

PREMIO MIES VAN DER ROHE 2013


La Comisión Europea y la Fundación Mies van der Rohe han anunciado los cinco finalistas que  competirán por el Premio 2013 de la Unión Europea de Arquitectura Contemporánea – Premio Mies van der Rohe.
Este Premio tiene carácter bienal y su principal propósito es reconocer y recompensar la calidad de la producción arquitectónica en Europa. Además, el Premio trata de promover la arquitectura de dos maneras significativas: estimulando una mayor circulación de profesionales por toda la Unión Europea mediante el impulso de los encargos transnacionales y apoyando a los arquitectos jóvenes en los primeros momentos de su ejercicio profesional.
Los finalistas son:
- Ayuntamiento de Gante, Bélgica
Robbrecht en Daem architecten; Marie-José Van Hee architecten
En lugar de limitarse a proporcionar un espacio abierto para eventos, se buscaba mediante un riguroso posicionamiento de un pasillo de mercado corregir esta deficiencia y restablecer la presencia de antiguas zonas urbanas que se habían vuelto irreconocibles.
Como un interior urbano, el interior abraza al transeúnte con un doble techo modular de madera, cuyas pequeñas ventanas dispersan la luz hacia el interior. En el exterior, el edificio entero parece asumir un papel respetuoso con respecto a los edificios de piedra más  históricos, mediante el uso de una pieza de madera.
Ayuntamiento de Gante 1
Ayuntamiento de Gante 2Ayuntamiento de Gante 3Ayuntamiento de Gante Sección
-Superkilen, Copenhague, Dinamarca
BIG Bjarke Ingels Group; Topotek1; Superflex
Superkilen es un espacio de 30.000 m2 urbana que atraviesa una de las zonas con mayor diversidad étnica, y socialmente desafiados en Dinamarca. El proyecto cuenta con todo lo que normalmente constituye un moderno parque con senderos para peatones y ciclistas, las conexiones con el transporte local y los espacios de recreación al aire libre junto con un espacio de mercado y áreas de juegos. Superkilen es un parque que refleja la diversidad. El proyecto tiene la intención de celebrar el barrio multicultural de patrimonio y unir a todos en un vecindario global.
Superkilen 1Superkilen 2Superkilen 3Superkilen Planta
-Harpa – Auditorio y Centro de Congresos de Reikiavik, Islandia
Batteríid architects; Henning Larsen Architects; Studio Olafur Eliasson
Harpa surge en la frontera entre la tierra y el mar y forma parte de un proyecto de puerto amplio desarrollo en la ciudad. El objetivo general ha sido la de ampliar y revitalizar el este de Reykjavik puerto, y crear una mejor conexión entre éste y el centro de la ciudad.
Harpa comprende tanto concierto y salas de conferencias, que incluyen cuatro salas principales. Visto desde el vestíbulo, los pasillos que forman un macizo – similar a la roca en la costa – forma un contraste intolerable frente a la fachada expresiva y abierta. En el centro, la sala más grande del edificio, la sala de conciertos principal, despliega su interior como un centro brillante de la fuerza.
Harpa 1Harpa 2Harpa 4
Harpa Planta
-Residencia para ancianos, Alcácer do Sal, Portugal
Aires Mateus Arquitectos
El proyecto se basa en una lectura atenta de la vida en un tipo muy específico de la comunidad, una especie de micro-sociedad con sus propias reglas. Se estudia un programa, en algún lugar entre un hotel y un hospital. Se trata de comprender y reflexionar sobre una combinación de espacios sociales y privados, respondiendo a las necesidades de una comunidad social y sus individuos. El proyecto está diseñado sobre la base de las relaciones dentro de la sociedad: las unidades aisladas se combinan en un cuerpo único, cuyo diseño es expresivo y claro. La movilidad reducida de aquellos que viven en el edificio sugiere que cualquier desplazamiento debe ser una experiencia emotiva y variable.
Residencia para ancianos 1Residencia para ancianos 2Residencia para ancianos 3Residencia para ancianos Planta
- Metropol Parasol, Sevilla, España
J. Mayer H.
Metropol Parasol es un proyecto nuevo y un icono de Sevilla. Un lugar de identificación para articular el papel de Sevilla como uno de los destinos culturales más fascinantes de España. Estas setas gigantes, se basa en una construcción de madera recubierta de poliuretano, que ofrecen: un lugar arqueológico, un mercado de agricultores, una plaza elevada, múltiples bares y restaurantes debajo y dentro de las sombrillas, así como una terraza panorámica en la parte superior de los parasoles. MP está definiendo una relación única entre lo histórico y la ciudad contemporánea.
Metropol Parasol 1Metropol Parasol 2Metropol Parasol 3Metropol Parasol SecciónEl ganador del premio y la Mención Especial Arquitecto Emergente se darán a conocer a principios de mayo, y la ceremonia de entrega se celebrará el 6 de junio en el Pabellón Mies van der Rohe de Barcelona.
via :http://blog-arq.com/

jueves, 6 de diciembre de 2012

OSCAR NIEMEYER / TRIBUTO A OSCAR NIEMEYER POR NORMAN FOSTER


Oscar Niemeyer, falleció el día de ayer 5 de Diciembre del 2012, a 10 días de su cumpleaños 105, la comunidad arquitectura del mundo esta de luto y los maestros de la arquitectura le rendirán tributo a su gran maestro, la ultima gran figura del movimiento moderno del siglo XX. Aquí les dejamos la traducción del escrito que publica en su página Norman Foster, unas pocas pero profundas lineas que muestran la capacidad de Niemeyer para influir y transmitirse en los demás.
Foster+Partners
Me entristeció profundamente la noticia del fallecimiento de Oscar Niemeyer. Él fue una inspiración para mí  y para toda una generación de arquitectos. Pocas personas pueden conocer a sus héroes y estoy agradecido de haber tenido la oportunidad de pasar tiempo con él en Río el año pasado.
Para los arquitectos formados en el Mainstream del movimiento moderno, el se puso la sabiduría sobre su cabeza. Invirtiendo el dicho conocido de “la forma sigue a la función”, Niemeyer demuestro en cambio que: “Cuando una forma crea belleza se convierte en funcional y por lo tanto, fundamental en la arquitectura”.
Se dice que cuando el cosmonauta ruso, Yuri Gagarin visitó Brasilia lo comparó con la experiencia de aterrizar en un planeta diferente. Mucha gente que ve la ciudad de Niemeyer por primera vez debe haber sentido la mismo. Era audaz, escultural, colorida, libre  y como nada que tuvieran antes. Pocos arquitectos de la historia reciente han sido capaces de convocar a un vocabulario vibrante y estructurarlo en un lenguaje arquitectónico brillantemente comunicativo y seductor.
No se puede contemplar a la catedral de Brasilia, por ejemplo, sin que uno se emocione tanto por su dinamismo formal y su economía estructural, que se combinan para generar una sensación de ingravidez casi desde dentro,  el recinto parece disolverse completamente en el cristal. Y qué arquitecto puede resistirse tratándose de averiguar cómo los afilados huesos de las columnas de hormigón del Palacio de la Alvorada son capaces de tocar el suelo con tanta ligereza. Brasilia no esta simplemente diseñada, está coreografiada,  cada una de sus piezas de manera fluida-compuesta parecen detenerse, como un bailarín, congelado en sus puntas, en un momento de equilibrio absoluto. Pero lo que más me gusta de su trabajo es que incluso en cada edificio individual tiene mucho que ver con el esparcimiento público, la dimensión pública.
Como estudiante en la década de los 60´s, miré a la obra de Niemeyer para la estimulación, estudiando detenidamente los dibujos de cada nuevo proyecto. Cincuenta años más tarde, su obra sigue teniendo el poder de sobresaltarnos. Su Museo de Arte Contemporáneo de Niteroi es ejemplar en este sentido. De pie en su promontorio rocoso como algún tipo de planta exótica, rompe lo convenciónal mediante la yuxtaposición de arte con una vista panorámica del puerto de Río. Es como si  en su mente hubiese lanzado el cuerpo de la galería sobre las rocas, y nos desafió a ver el arte y a la naturaleza como iguales. He caminado sobre las rampas del museo. Son casi como una danza en el espacio, que te invita a ver el edificio desde diferentes puntos de vista antes de entrar. Lo encontré absolutamente mágico.
Durante nuestra reunión del año pasado, hablamos largo y tendido sobre su trabajo,  me ofreció algunas lecciones valiosas para mi. Parece absurdo describir a alguien de 104 como alguien jovenl, pero su energía y creatividad fueron una inspiración. Me conmovió su calidez y su gran pasión por la vida y por el descubrimiento científico,quiso saber sobre el cosmos y el mundo en que vivimos. En sus palabras: “Estamos a bordo de un barco fantástico!”
Me dijo que la arquitectura es importante, pero que la vida es más importante. Aun así, al final. su arquitectura es su ultimo legado. Al igual que el hombre es a sí mismo, el es eternamente joven, nos deja una fuente de alegría e inspiración para muchas generaciones por venir.”
Norman Foster
Diciembre 2012

via :http://proyectoblogspace.com/

viernes, 21 de septiembre de 2012

BIENNALE VENECIA 2012 / LEON DE CHORO / MATIAS PINTO D'LACOSTE / MATEO PINTO D'LACOSTE

torre-confinanzas-febrero-2012
No vamos a escribir repitiendo lo que ya se ha dicho en numerosos artículos, blogs y cartas, en relación al premio recientemente otorgado en la Bienal de Venecia al Caracas Urban Think Tank. Ni siquiera llamaremos polémico el trabajo presentado, pues sería como otorgar seriedad y nivel a una mirada superficial, simplista y sensacionalista. Ese premio es un mal chiste.
Y si bien es cierto que mientras más se escriba sobre el asunto, sus protagonistas se froten las manos excitados por tanta popularidad momentánea, confiamos en que la cantidad de voces que ahora les señalan acaben por dejarlos en evidencia (internacional, como tanto les gusta). Se defenderán diciendo que han activado el debate. Pero queremos poner en ese mismo debate, lo que muchos no acaban de decir.
Ante los ojos de todos y de manera constante este grupo viene “choreando” el trabajo serio de otros para empaquetarlo como propio, “invadiendo” espacios e ideas conseguidos con esmero para instalarse violentamente, atropellando gente talentosa y noble, tomando atajos para no tener que hacer el trabajo verdadero y vendiendo humo. Una fórmula malvada mediante la cual han conseguido hábilmente un lugar en la escena global, que lamentablemente compra humo, bien por maldad equivalente o estupidez galopante.
Resumiremos brevemente una historia propia que no cabe en tan pocas líneas y nos desgasta personalmente; en defensa de muchos que igualmente se han visto afectados y con el simple propósito de arrojar luces sobre lo que hay tras bambalinas. Hacer justicia.
En el año 2001 se reconocía en la X Bienal de Arquitectura de Caracas el proyecto de la Casa Comunal de La Vega como Obra Arquitectónica Cultural-Social, tras unos años en los que trabajamos junto a Federico Villanueva, Josefina Baldó y el fantástico grupo de AmHabitat. Nos habíamos iniciado como “barriólogos”. No trabajamos para recibir premios y estábamos encantados con el singular resultado de un trabajo bien hecho tras mucho esfuerzo y junto a la propia comunidad organizada como cliente. Amigos y colegas nos apoyaron. Ese edificio dejó su impronta como tipología y como actitud frente a problemas similares, partiendo de una observación atenta a lo que sucedía en edificaciones improvisadas o informales para uso colectivo (en Petare o La Florida por ejemplo) que multiplicaban en altura el poco espacio disponible; de las cuales aprendimos.
En esa etapa se definieron y exploraron soluciones arquitectónicas novedosas, aprovechando el conocimiento de los más experimentados “barriólogos”. Proyectos de conectores peatonales, viviendas en pendiente o edificios integrados a las futuras calles cuyo espíritu era el de convertirse en “sistemas” apropiados y adaptables a cualquier intervención urbana de la llamada “habilitación física de barrios”. Quedaba además la esperanza de que esos “sistemas” pudieran replicarse y optimizarse, incluso a manos de otros. Se trataba de compartir soluciones con otros para enfrentar problemas tan complejos. Trabajo verdadero y difícil al servicio de una noble causa. Arquitectos, ingenieros, trabajadores sociales, economistas o técnicos sumados a en ese esfuerzo.
Pasada la época de efervescencia del CONAVI aquellos proyectos quedaron a medio camino. Las fundaciones y estructuras de unas viviendas que construíamos en el Sector El Petróleo de La Vega lo atestiguan; acabaron siendo invadidas ante su indefensión institucional. La paradoja de la decisión política que permite el abandono y la destrucción de aquello que va por buen camino. Unos 150 proyectos en medio de aquella enorme explosión de concursos a escala nacional quedaron congelados. Para los que representamos el esfuerzo primero, significó sobre todo la imposibilidad de comprobar en al menos “un caso completo” la validez de lo proyectado con esmero. Al menos “una” comunidad, “un” barrio, que recompuesto animara en forma viral a mas comunidades a organizarse y apostar por un cambio similar. Pasada ya más de una década de aquella tarea no consumada, solo pensamos en lo que ya hubiera podido haberse hecho una vez definido el camino, con tanta gente capaz, en tanto tiempo y con el dinero que mana de nuestro suelo. Buena parte de esos proyectos, por una invitación del curador Gerardo Mosquera a Carolina Tinoco (por quién conocimos AmHabitat) se presentaron en la exposición Ciudad Experimental auspiciada por el CONAVI, en la Séptima Bienal de La Habana del año 2000. Desmantelado el CONAVI aquella exposición acabó sin mostrase en Venezuela ni en mas lugares fuera del país. Justo en un momento en el que incluso afloraban en Latinoamérica experiencias análogas, que ahora han tomado la delantera.
Por otra parte Hubert Klumpner, apenas llegado a Venezuela, cercano a amigos arquitectos e interesado en el trabajo que veníamos desarrollando en barrios marginales, nos propone hacer un proyecto conjunto para la Alcaldía de Chacao. En medio del natural interés por la Casa Comunal como modelo, acabamos ganando el encargo de hacer una operación de similares características: el Gimnasio Vertical Chacao en el Barrio La Cruz. Una cancha que es ocupada por un edificio para uso colectivo, desarrollando usos en distintos niveles y coronado por una cancha como cubierta. El Caracas Think Tank nunca tuvo que ver en el proyecto. Mucho menos Alfredo Brillembourg.
Entre los políticamente movidos años 2001 y 2002, los curadores Ruth Auerbach y William Niño ponían en el tapete nuevamente a Caracas a través de dos singulares exposiciones: Utópolis en la GAN y Caracas Contingencia: Laboratorio de Ciudad, en la Sala Mendoza. En la segunda, junto a una selección de arquitectos emergentes, ocupamos las paredes con nuestros proyectos principales desarrollados para Amhabitat, el CONAVI o el INAVI; incluida la Casa Comunal de La Vega. También el Gimnasio Vertical Chacao, todavía inacabado y único realizado por nosotros con la colaboración de Klumpner.
El propio Think Tank hacía su debut en un espacio aparte y a diferencia del resto de participantes, no presentaba un proyecto urbano o arquitectónico real y concreto. Aprovechaban la ocasión. Invitados en último momento, llegaron a sugerir que se cambiara el título de la exposición a “Caracas Think Tank”. Todavía pueden escucharse las risas de William y Ruth, por sobre los demás que estábamos riendo igualmente perplejos. Hoy se demuestra que no se trataba de una simple provocación, era ejemplo de una estrategia, de su preocupación por “estar” (que no es lo mismo que “ser”).
Un proyecto en Petare corría con mejor suerte que los del CONAVI, pues se gestionaba desde Fundacomún y tenía apoyo del Banco Mundial, representado en una visita a Caracas por Ephim Shluger. Defendiendo ese proyecto ante Fundacomun Carolina Tinoco invita a Shluger a La Vega, para en una visita relámpago, demostrar que aquellos proyectos suspendidos tenían sustancia y debían ser rescatados. Años después nos enteramos que Klumpner, trabajando en nuestra oficina y viendo que nos resulta imposible asistir, se apersona en el lugar y logra captar la atención de Shluger, hablando en alemán para conseguir empatía y privacidad. Suponemos ahora que le bastaba usarnos como aval para fines propios, excluyendo toda referencia a la historia de ese proyecto y sus responsables (que tampoco la conocía mucho).
Poco después el Think Tank lograba financiamiento rondando el medio millón de dólares del Kulturstiftung des Bundes (Fundación Cultural de Alemania) para un proyecto llamado Caracas Case: Cultura Urbana Informal. Fondos cuantiosos que se usaron para hacer un programa invitando a profesionales extranjeros a Caracas durante seis meses, un simposio internacional en la UCV, una exposición y una publicación; previamente incluso les permitió cofinanciar la IMPORT/EXPORT: Latin American Urbanities International Conference en Harvard, donde tenían buenos contactos que les dejaron montar el asunto aportando algo de dinero. Sabemos que hay quien consigue “estar” dedicando todos sus recursos para ese fin.
Contratados por el Think Tank para formar parte de la dirección del proyecto Caracas Case y viendo la oportunidad que se presentaba de combinar personas y esfuerzos en relación a nuestra experiencia como arquitectos, aceptamos además la responsabilidad específica de llevar a buen puerto lo relativo a las publicaciones y la exposición final, en la Sala Mendoza. Apenas iniciado el proyecto, se hace notoria la intención de la dirección del Think Tank por hacer del proyecto un trampolín y no un aporte a la ciudad. El equipo interno, especialmente dedicado, se revela constantemente contrariado ante la falta de ética y profundidad de objetivos e intereses. Especialmente porque rápidamente se produce una enorme red de relaciones e intercambios con instituciones, grupos y personas en Venezuela que acaban aportando al proyecto sin recibir apenas algo a cambio. El Caracas Think Tank aprovecha toda plataforma posible y más allá del debate, obtiene visibilidad y acumula material para luego etiquetarlo a su conveniencia.
No pocas veces pensamos en abandonar el proyecto por la abismal diferencia de enfoque, pero los compromisos adquiridos con tantos participantes y la esperanza de enderezar aquello en beneficio del propio trabajo nos mantuvieron dispuestos a seguir. Hubo entusiasmo por el proyecto y generó mucho ruido, pero el saldo final era de esperarse. Casi un año de trabajo y resultados apenas visibles editados en un libro que finalmente necesita de grandes nombres que justifiquen el esfuerzo y el dinero; pero que está hecho principalmente para vender al Think Tank como marca. Acabado el proyecto, muchos colaboradores se sienten excluidos o usados. Hay quién pasa años buscando financiamiento para un buen libro y el Think Tank tenía el problema contrario, no tenían un buen libro con dinero en mano; lo que se editó finalmente es una reconstrucción artificial.
Entretanto el éxito del Gimnasio Vertical Chacao se hace evidente en la comunidad, una vez acabado tras varias interrupciones en el año 2004; se habla sobre proyectos similares en al menos cuatro ocasiones documentadas que no se llevaron a cabo finalmente. La alcaldía propone la cesión de derechos sobre el proyecto –dirigidos al Arquitecto Matías Pintó en calidad de autor –alegando su intención de establecerlo como prototipo a instalarse en otras alcaldías y gobernaciones interesadas. Nunca hubo un acuerdo.
Poco tiempo después de inaugurado el gimnasio es entregada a la alcaldía una carta en la que presentamos una ficha técnica con los créditos del equipo de proyecto. Reconocemos a Klumpner como co-autor; pues siendo extranjero y colaborador nuestro no guardaba ninguna relación legal sobre el proyecto. Alfredo Brillembourg visita la obra con Klumpner y queda impresionado. La ruptura con el Think Tank fue lo siguiente. Nos invitaban a asociarnos y era una trampa para anexionarse territorios.
Recordamos una de nuestras últimas discusiones en la que Brillembourg decía que el mundo actual implicaba sumar esfuerzos y vender una marca, unas ideas, que los autores no tenían importancia. A lo que nosotros contestamos que lo tenía muy claro, pues para el Think Tank eso significa sumar esfuerzos, pero de los demás. Ideas de los demás, bajo una marca que tiene directores, con nombre y apellido. A cambio te regalan camisetas con el logo. No tenemos nada en contra de quien se presenta a través de una marca, pero damos importancia a lo que hay detrás, a las personas e ideas que sustentan esa imagen exterior. Y el mundo actual se alimenta demasiado de productos y marcas sin contenido; de oportunistas que muchas veces copian y pegan contenidos interesantes como si fuesen cazadores de tendencias, pues olfatean que el producto garantizará una venta exitosa.
Más adelante nos enterábamos que el Caracas Urban Think Tank registra el Gimnasio Vertical como Trademark buscando una vía para reproducirlo como proyecto propio. Un producto estrella. Publica constantemente (en Dwell Magazine, Harvard Review y muchísimas más) versiones del proyecto a ser instaladas en otros sitios usando imágenes del original y se dedica a promover esa obra construida, como si fuera el prototipo inicial de una serie de gimnasios de su autoría. El cinismo es tal que las imágenes que venden cada nueva versión, incluido el de Baruta, se construyen en muchos casos con fotos del original, sin mayores modificaciones. Nosotros somos excluidos como autores y en el mejor de los casos aparecemos como colaboradores. De hecho como si fuésemos arquitectos contratados por necesidad y motivos contractuales en asociación a uno extranjero. No era el caso, Hubert Klumpner hubiese podido entonces hacer el proyecto con Alfredo Brillembourg sin mayor complicación.
Han tenido además el descaro de denunciarnos ante el tribunal disciplinario del Colegio de Arquitectos de Venezuela, alegando que publicamos créditos incorrectos sobre el proyecto. Respondimos con un expediente bastante contundente de pruebas que justo veníamos acumulando para denunciar su proceder. El CAV finalmente responde que deben respetarse los créditos referentes al propio contrato y a nuestro acuerdo de colaboración. Señalando que a pesar de la autoría a tres manos, la responsabilidad legal del proyecto y la autoridad sobre el mismo recaen sobre el firmante, arquitecto Matías Pintó. Y esa responsabilidad significó para nosotros el dirigir y coordinar el proyecto en todas sus etapas, incluyendo la propia ejecución y supervisión de obra.
Pero eso no ha impedido que sigan haciendo uso del proyecto. Y de hecho han obstaculizado nuestra publicación o presentación del proyecto con los créditos reales, que son distintos a sus intereses. Desde una exposición en el Instituto Valenciano de Arte Moderno IVAM en la que no pudimos participar hasta la reciente publicación de un Atlas de Arquitectura de Latinoamerica del BBVA, elaborado por el propio Fernandez-Galiano y su equipo de Arquitectura Viva, a quienes fueron capaces de presionar para que cambiase créditos y textos a su antojo.
Es el gimnasio vertical, apropiado indebidamente (pues no tienen más que mostrar) el que les lleva a la Bienal de Venecia en el 2006, en la exposición Cities, Architecture and Society; en una dudosísima operación. En el catálogo aparecen junto al gimnasio, imágenes de módulos de la Misión Barrio Adentro. Pero es que además el pabellón venezolano incluye textos y fotos de barriadas caraqueñas para ilustrar las “Misiones” (pues tampoco tenían nada más que mostrar) en paneles compartidos con imágenes del Gimnasio Vertical Chacao y uno en proceso en Baruta.
Invitamos a revisar con detalle la propia página de la Alcaldía de Chacao donde se referencia el Gimnasio Vertical y sus créditos. Pero sobre todo a revisar la página del Caracas Urban Think Tank. Verán que aparece inexplicablemente Brillembourg en los créditos del Gimnasio Vertical Chacao. Y que todas las versiones posteriores, básicamente simulaciones digitales excepto un caso en Baruta, son variantes ambiguas del mismo proyecto en lugares como Jordania, Estados Unidos, Brasil, Holanda o Venezuela. Alguno incluso, como el proyectado para Sao Paulo, se parece más a la Casa Comunal de La Vega que al propio Gimnasio Vertical.
Vuelven a Venecia en 2008, 2010 y finalmente en 2012. Más de lo mismo pero han conseguido ya reconocimientos por el camino, como el 2011 Gold Holcim award for Latin America. Ver la página web del Caracas Think Tank, basta para intuir que ganar el León de Oro en la Bienal de Venecia podía estar a su alcance después de tantas veces. Tenemos poca memoria para estas cosas, pero igual algún nombre de los jurados o curadores en cada caso “nos suenan”. Basta revisar un poco para encontrar coincidencias.
Producto de tal acumulación de “trabajo” han sido publicados hasta la saciedad y han participado en conferencias y exposiciones diversas; una incluida el mismísimo MoMA de Nueva York en la que presentaban el proyecto Metrocable (aderezado con imágenes de gimnasio vertical), que ha juzgar por la inexistente habilitación de barrios parece pensado para una Caracas imaginaria, pues no evidencia comprensión de la dimensión actual del problema. En cambio es una obra muy visible y claro está, interesa especialmente a quienes la han llevado a cabo por su alcance mediático.
El premio no importa para nada. Ese Léon no es de oro, representa un insulto ante la realidad del país y un proceder miserable. Será defendido por los organizadores con argumentos que preferimos no discutir en profundidad, pues forman parte de la banal y distante mirada, que avala un discurso mediocre. Esa deficiencia solo beneficia a oportunistas, que muestran hacia el mundo en desarrollo la cara de misionero apoyado por reconocidas instituciones y empresas del primer mundo. Y hacia Europa o Estados Unidos, la cara de expedicionario valiente capaz de retratar nuestra exótica realidad.
Es una lástima que el proyecto de Ángela Bonadies (con quién estudié en la UCV) y Juan José Olavarría, se vea sepultado por la acción del Caracas Urban Think Tank. El trabajo de los primeros es serio y meticuloso. Retrata, denuncia, invita. Pero los segundos son unos “listos” y habrán fácilmente identificado en ese trabajo una nueva oportunidad. Lo insólito es que de nuevo se aprovechen de un trabajo ajeno que ya ha sido publicado, es conocido y tiene vida propia. El alcance mediático de un premio como el de Venecia, deja a Bonadies y Olavarría en una situación similar a la nuestra. No puede describirse con palabras. Es puro desconcierto e indignación. Y por supuesto no envidiamos el nuevo reconocimiento que ha recibido el Think Tank aprovechándose de tantos. Nos produce simplemente tristeza, pues solo tenemos nuestro trabajo y se hace difícil contarlo cuando tienes que dar explicaciones.
Y terminamos subrayando lo realmente grave. Que en Venezuela no se llenen titulares ni se reconozca, el enorme, intenso y serio trabajo desarrollado por aquellos “barriólogos” originarios, que fueron capaces de encontrar salidas novedosas a grandes problemas involucrando a todo el que pudiera aportar algo. Que hicieron aparecer los barrios marginales por primera vez en los mapas (y pensamientos de todos). Sabiendo por experiencia que los resultados de tales proyectos deberían afinarse poco a poco, que no habría atajos y menos aún héroes capaces de dominarlo todo. Tuvieron la inteligencia de transmitir a jóvenes como nosotros sus conocimientos acumulados durante décadas, para incluso poner en duda o recomponer sus propias ideas. Señalaron que no había mejor manera de trabajar que integrando a buenos profesionales de diversas disciplinas y tratando a las comunidades como verdaderos clientes.
Defendieron la necesidad de hacer del supuesto problema, reconocido y descifrado, una oportunidad; desde un enfoque absolutamente distinto al marcado por la simple y típica construcción masiva de vivienda pública. Abogaban por una decisión política que se quemó rápidamente. Apostaban por el camino más difícil y largo, pero muy probablemente una solución verdadera. Y además en silencio, en la sombra, con integridad y humildad.
Matías Pintó D’Lacoste y Mateo Pintó D’Lacoste
Arquitectos
via:www.entrerayas.com
con autorización de Matías Pintó D'Lacoste

jueves, 13 de septiembre de 2012

BIENNALE VENECIA 2012 / VENEZUELA EN VENECIA / FEDERICO VEGAS


Por Federico Vegas | 10 de Septiembre, 2012
Se habla mucho y con inusitada pasión de la Torre David y su León de Oro, pero, ¿alguien se ha fijado en lo que montaron en el Pabellón de Venezuela en Venecia? Parece una feria agrícola en la que ya se vendió la mercancía y sólo quedan los letreros con las ofertas y la decoración floral. Pensé que no valía la pena entristecerse más de la cuenta, pero al adivinar en el salón principal las entradas de luz que diseñó Carlo Scarpa –el arquitecto italiano que diseñó esta exquisita edificación– comprendí cuánto había de profanación en aquel recinto, nuestro reiterado escenario de oportunidades perdidas.
En la Bienal de Arquitectura de Venecia los pabellones de los diferentes países muestran lo más significativo que han realizado en los últimos años. Esta vez hay estructuras de los portugueses Alvaro Siza y Souto de Moura; de los brasileños Lucio Costa y Mendes da Rocha; del chileno Alejandro Aravena quien a través de los proyectos de dos ciudades busca cómo transparentar y afrontar, mediante el diálogo y la participación de los ciudadanos, los conflictos y miradas diversas que inevitablemente existen entre los habitantes de una ciudad, para establecer un “piso común” que permita trazar un futuro que haga sentido a todos los involucrados”.
El León de oro a la mejor exhibición en un Pabellón la obtuvo la presentación de Japón. Los arquitectos Kumiko Inui, Sou Fujimoto y Akihisa Hirata, con la colaboración de Toyo Ito,  propusieron el proyecto “Home for all” –Hogar para todos–, un proyecto para los habitantes de Rikuzentakata que perdieron sus viviendas en un tsunami. Home-for-All es un intento de proporcionar lugares donde aquellos que han perdido sus hogares puedan disfrutar de un poco de respiro, un lugar para reunirse, hablar, comer y beber juntos.
Para entender qué intenta Venezuela presentar al mundo podemos comenzar con las palabras del propio creador de la muestra, el arquitecto Doménico Silvestro:
Quería utilizar la tensión y los colores primarios de estos croquis para llamar la atención sobre los aspectos más problemáticos de las ciudades de hoy.  Este grupo de gestos gráficos no aspiran a definir la imagen de una nueva ciudad, o de las ciudades del futuro, sino simplemente crear referencias intuitivas, emocionalmente cargadas, al alcance de todos los visitantes, para que cada uno construya su propia visión de las ciudades que nos gustaría tener.
Y tiene razón Doménico. En Venezuela nos estamos alimentado básicamente de “referencias intuitivas” y “emocionalmente cargadas”. Al carecer de un acuerdo y un propósito colectivo e integrador, hace falta cerrar los ojos para imaginar la ciudad que nos gustaría tener, o acudir a estas acrobacias de “croquis de colores primarios” suspendidos entre “gestos gráficos” y entonces inventarse cada uno “su propia visión”.
Nuestro pabellón representa a cabalidad un Estado que “no aspira a definir la imagen de una nueva ciudad”, sino, como se lee en una de las protuberancias blancas del Pabellón: El objetivo para el 2019 es construir 3.000.000 de habitaciones.
El propio Doménico, mientras juega con cubitos de cartón en un hermoso día de verano en Venecia, representa con elocuencia la actitud de un gobierno que, frente a la “problemática de nuestras ciudades”, se propone repetir la misma fórmula de viviendas sin ciudad, una manía porfiada y tenaz. Para calificar esta insistencia en un mismo error, un adjetivo más adecuado sería “contumaz”: “Dicho de una materia o sustancia que retiene y propaga los gérmenes de un contagio”. Lo cierto es que hablar de “3.000.000 habitaciones” suena más a promesa hotelera que al futuro de nuestras ciudades.
Ante tan poca consistencia, ante la ausencia total de arquitectura, ante un vacío que las palabras y los colores primarios no logran llenar, uno se pregunta: ¿Por qué no se le ofreció un rincón del Pabellón a la creación más notoria de estos dos últimos años: El Mausoleo de Bolívar. ¿Será por no formar parte del protocolo de las 3.000.000 habitaciones? Otro posible motivo es que contrasta con el título de la muestra: La Ciudad Socializante vs. La Ciudad Alienante. Un Mausoleo puede resultar bastante intimidante. La sola definición: “monumento funerario y sepulcro suntuoso” ya tiene algo de alienante, de extraño y ajeno con respecto a la personalidad de Bolívar. Más aún su etimología, pues, ¡qué diablos tiene que hacer nuestro Libertador con el pedante y dispendioso Mausolo, sátrapa de Caria y esposo de la dispendiosa Artemisia! Estoy seguro de que Bolívar hubiese preferido el homenaje de un Parque Bolívar en La Carlota con 30.000 niños jugando que una tumba solitaria.
Quizás hay una razón adicional: el Mausoleo no calza en una Bienal Internacional. Sólo en el contexto de Caracas funciona una justificación soportada en frases como: después de haberlo analizado cuidadosamente como instrumento y artificio de redención de la enorme deuda cultural y política que poseemos con el máximo prócer venezolano. Entrar al Pabellón de Scarpa y toparse con el Mausoleo asustaría hasta al mismo Posani, aunque en el contexto caraqueño nos asegure que …estamos en presencia de un valor arquitectónico fenomenal, sorprendente en su madurez, resultado de un formidable acto de valentía, nuevo eslabón en la historia de la construcción del espacio con valor cultural, en este país.
La coletilla después de la coma, “en este país”, nos da la pista de que hay varas para medir en estas tierras que no funcionarían en Venecia. Otras edificaciones resultarían igual de incoherentes y hasta cómicas, como el Cohete Bicentenario, el Museo de Arquitectura o la Ciudad Caribia con su geografía de calle ciega.
Marcelino Madriz definía “alienación” como una mezcla de perplejidad y pendejada. Si unimos esta definición al proverbio “dime de que presumes y te diré de que careces”, comenzamos a comprender por qué el Pabellón de Venezuela se debate entre la pendejada y la perplejidad al presentar en Venecia una ensoñadora y patidifusa realidad. Parece el discurso de un grupo de oposición que sueña con el poder en un país sin recursos, no la obra de un gobierno que por más de una década ha manejado a su antojo recursos colosales.

Esta situación nos lleva en picada a la “La Torre David/Gran Horizonte”, la muestra que ha sido premiada con el León de Oro a la mejor exhibición internacional. El vacío de nuestro Pabellón viene a ser la explicación y la antesala de nuestra verdadera presencia en la Bienal de Venecia. Con todo y el Pabellón de Carlo Scarpa ahora somos conocidos sólo por esa Torre donde parecen congregarse, como en la Torre de Babel, nuestros vicios y confusiones, divisiones e incongruencias, incluyendo nuestra capacidad de sobrevivir en medio de la riqueza. La Torre David es la respuesta a un Goliat tan torpe y tan ciego que se niega a ver el escenario real de la batalla.
Los arquitectos que esgrimieron en Venecia la Torre David actuaron como publicistas. Con toda la frialdad y oportunidad de quienes manejan lo propagandístico, vieron una extraordinaria oportunidad de figurar internacionalmente, pues la Torre David es un fenómeno arquitectónico, urbano y humano tan desmesurado como los recursos y limitaciones que la hicieron posible. En ella se encuentra todo lo que nos sobra y nos falta, nuestras desidias y falsas promesas, ceguera y torpeza, la desesperación y la imaginación de los más débiles.
No parece haber en la presentación de estos arquitectos ningún interés social, arquitectónico o moral. Se trata sólo de la utilización de una imagen y de unas circunstancias. Sí la oportunidad la pintan calva, esta tiene los sesos expuestos al aire. ¿Es censurable esta actitud? No en una sociedad del espectáculo. Donde se evidencia la hipocresía de esta maniobra es en el subterfugio de la arepera “Gran Horizonte”, un aditivo arquitectónico tan escaso como el comino en un guiso.
Y luego apareció el comunicado de un Colegio de Arquitectos que no ha tenido la sensibilidad y la originalidad de enfrentar estos temas descomunales, y ahora viene a dictar cátedra, enfurecido porque la muestra ha recibido un premio. ¿Cuándo antes se pronunció sobre la Torre David? Hizo falta que rugiera un león para que supiera de su existencia. Nuestro gremio debería estar diligente, reflexivo y humilde ante la puntería con que hemos sido expuestos, desnudados, premiados y castigados con un premio tan insultante como revelador. En esa Torre estamos todos representados en una Caracas vertical, con más crueldad y realismo que en el despoblado y servil Pabellón de Venezuela. 
via: www.prodavinci.com