viernes, 27 de julio de 2012

IGLESIA DE LESU / DONOSTIA / ESPAÑA / RAFAEL MONEO

Tras la Catedral de Los Ángeles, la Parroquia de Riberas de Loyola impulsada por el Obispado de Donostia-San Sebastián en el nuevo barrio que se construye en el meandro del río Urumea ha sido para el arquitecto navarro una nueva experiencia en el territorio de la arquitectura religiosa. Frente a la gran escala y al contenido simbólico que la Catedral de Los Ángeles reclamaba, en la Parroquia de Riberas de Loyola no han sido estos los retos principales, sino que en esta ocasión más bien se requería de la arquitectura ayuda para configurar un ámbito capaz de contribuir a la vida de una comunidad que se siente cristiana en medio de una sociedad diversa.


© Enrique Iriso
Hace poco hemos recibido un set de excelentes fotos de la reciente obra de Rafael Moneo; la Iglesia de Iesu (Jesús en griego) en Riberas de Loiola, sacadas por el fotógrafo Enrique Iriso. La Iglesia de IESU nace con el afán de dar servicio a los vecinos del nuevo barrio donostiarra de Riberas de Loyola, un barrio que alberga a más de 2000 personas. Ubicada en la margen izquierda del río Urumea junto al Jardín de la Memoria, la obra dirigida por este renombrado arquitecto duró cuatro años y el edificio se terminó de construir en la primera mitad del 2011. Se destaca la búsqueda de conceptos como simplicidad, pureza, recogimiento o escala humana.
El templo de un diseño vanguardista tiene unos 900m2 de superficie con los locales parroquiales anexos, y grandes alturas que van desde los 28 metros de la Capilla de la Reconciliación hasta los 21 metros de la cruz. El edificio que mira al oriente ha sido calificado por el propio Rafael Moneo como “generoso en sus espacios y muy modesto en sus materiales”.

© Enrique Iriso
Destaca su planta en cruz quebrada y su condición no estrictamente simétrica, con la que según su autor “pretende reflejar las tensiones del mundo de hoy”. Anexo este volumen se halla un edificio en forma de “ele”. A la izquierda de la nave principal está la sacristía y el baptisterio y a la derecha, la Capilla de la Reconciliación en donde se encuentra una gran vidriera y el sagrario. La vidriera ha sido diseñada por el propio arquitecto y hecha de alabastro procedente de Cintruénigo.

© Enrique Iriso
Se destaca que, en el techo, una gran cruz asimétrica se dibuja por un juego de luces que entra desde la cubierta. Su luminosidad es propiciada por diferentes vanos abiertos en el techo que permiten que los rayos que penetran por estos y se reflejen en las paredes de estuco blanco que cubren el hormigón por dentro y fuera del templo.

© Enrique Iriso
En la fachada sur del edificio y a 20 mts de altura, encontramos la estructura más simbólica de la Parroquia. Un enorme ventanal de casi 7 toneladas de peso, 10 mts. de alto y 5 mts. de ancho, donde se ven representados los 12 meses del año en números romanos, la planta de la Iglesia, el sol, la luna en fases distintas.
El ventanal cuenta también con dos contraventanas fijas, construidas en acero y forradas exteriormente con madera de cedro Canadiense tratada con aceite natural.

© Enrique Iriso
La iluminación artificial de las bombillas a baja altura, forma una especie de cubierta cercana a las cabezas de los feligreses, lo que contrasta con las altas paredes del templo y la distinta iluminación natural del techo.

© Enrique Iriso
En su interior además, destacan el retablo de Javier Alkain , la imagen de la Virgen, una obra de bronce del escultor José Ramón Anda y la vidriera, una creación del propio Rafael Moneo.

© Enrique Iriso
En su fachada exterior, se encuentra incorporado un revestimiento especial autolimpiante y descontaminante, permitiendo así, reducir el nivel de polución en los alrededores del barrio Riberas de Loiola.
A continuación el resto de las fotografías.
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