jueves, 21 de octubre de 2010

BITACORA DE TRES PROPUESTAS PARA QUIBOR /JOEL SANZ / QUIBOR / VENEZUELA


Obra: Museo Arqueológico de Quíbor “Rufino Tamayo”
Ubicación: Quíbor, Estado Lara. VenezuelaArquitectura: Arq. Joel Sanz
Colaboradores: Arq. José Guerra/Alessandro Laner y Omar Ladera
Año de proyecto: 1996
Año de construcción: 1996 (aún sin concluir)
Ingenierías: Ing. Luis Solís (Estruct.)/ Arq, Gaspar Aranciba (Sanit.)/ Ing. José Rodríguez (Electric.)
Supervisión de Arquitectura: Arq. Joel SanzSupervisión de obra: Instituto del Patrimonio Cultural. IPC
Superficie de terreno: 4.200 mts2Superficie construida: Edif. existente 600 mts2/ planta nueva 3.800 mts2Constructora: Inversora Nagisal, C.A
Museografía: Arq. Joel Sanz/José L. Sánchez y Ant. Luis Molina/Feliz Gil
Diseño Industrial: Arq. José Luis Sánchez
Cliente: Instituto del Patrimonio Cultural. IPC
 “Las memorias descriptivas que acompañan los trabajos que con tantas dificultades uno logra ejecutar, tienen, paradójicamente, la virtud de ser un documento íntimo, por una razón muy sencilla: siendo el más burocrático de los requisitos de entrega de un proyecto, no hay cliente público o privado que las lea. Esta situación, coloca al autor frente a un texto de consumo personal, donde, a pesar de ello, sólo suele explicar de manera ordenada, algunos aspectos considerados importantes para la justificación creíble de las razones por las cuales un proyecto determinado, se propuso de una manera y no de otra”.

 
“Durante el primer periodo docente del año 1988, me interesé en abordar como tema de estudio, el ordenamiento urbano de la Avenida Pedro León Torres, columna vertebral de la estructura vial y de crecimiento de la ciudad en sentido norte-sur. Un espacio urbano de kilómetro y medio que tiene la virtud de poseer en sus extremos los dos templos más importantes de la ciudad, y de albergar, separados apenas dos cuadras, los lotes sobre los cuales se construirán, en el mejor de los casos, los dos museos (…) Aún estoy a la espera de algún interesado en este plan de ordenamiento, que desee elaborarlo y ponerlo en práctica con un solo fin: evitar la destrucción de Quíbor, como ha sucedido con casi todas las ciudades de provincia de nuestro país, o dicho de otra manera, con parte de nuestro patrimonio”.

“No tenía noticia alguna de un museo construido, organizado sobre el esquema de la fragmentación de sus ambientes expositivos dentro de un mismo territorio. Un esquema que obliga al traslado entre partes distantes, percibiendo y disfrutando del exterior conformado entre ellas. No obstante, me temo que carga con dos limitaciones que le son inherentes, y cuya acertada solución, supongo, será el secreto del éxito de cualquier edificio que desee tenerlo como referencia. La primera, la naturaleza y destino de los exteriores conformados; y la segunda, el vínculo entre los exteriores y los edificios que los conforman”.

 
 ”Me llamó poderosamente la atención la desproporción entre la pequeña superficie del edificio existente, opuesta a la gran extensión del lote que lo contenía. Me enteré, durante mi visita, que el edificio ocupado por las instalaciones de la institución, había sido el primer hospital de la ciudad, inaugurado en 1948. Luego, trasladado el hospital a un nuevo edificio, fue ocupado por la “Casa de la Cultura”, hasta que en el año 1966 se le destinó como sede del museo, iniciando su vida pública con más ilusiones que presupuesto”.


“A los cuerpos laterales se le restituyeron algunas paredes que habían sido eliminadas en el continuo proceso de adaptación del edificio a las exigencias funcionales y a los caprichos de cada director. Finalmente, fue eliminado el acceso lateral original y fue sustituido por uno frontal y central como un esquema de vocación simétrica exige. Delante del acceso principal, una pequeña plaza propuesta dentro del proyecto, hace la mediación necesaria entre el museo y la ciudad. Después de cincuenta años, el viejo hospital hacía el tres de agosto de mil novecientos noventa y siete, su franca y definitiva aparición pública”.

“En principio, parecía un edificio al cual no le interesaba lo que le rodeaba. Nada existía originalmente entre su perímetro y los linderos del lote. Pero, su corredor periférico, delataba, dejando de lado su posible pretensión climática, la necesidad de actividad alrededor, o, dicho de otra manera, su capacidad para aceptarla. Surgió entonces la idea, contraria a la del edificio único y afiliada a la familia tipológica poco museística, de fragmentar el programa demandando, en edificios de escala y dimensiones planimétricas similares al existente, con autonomía formal y de funcionamiento”.

 
 
 
“Conocí Quíbor y su museo en Diciembre del año 1994. Buscaba, por una parte, satisfacer la curiosidad de conocer un lugar cuyas primeras referencias fueron a través de noticias de prensa, de los años sesenta, sobre hallazgos arqueológicos en el centro de la ciudad, y por otra parte, reencontrarme con un viejo amigo, a quien en los últimos años comentarios lo ubicaban al frente de la dirección de la institución”.

“Cuando me ha tocado presentar los proyectos en algunas charlas recientes, dentro y fuera de Venezuela, he hecho un comentario contradictorio, pero descriptivo de mi estado de ánimo luego de tres años y medio de trabajo: parece un milagro que en Venezuela se haya llegado con un proyecto cultural hasta donde se ha llegado; pero también, parece absurdo que, llegado hasta su nivel actual, el Estado no asuma la responsabilidad de concluirlo completamente en breve plazo. La única explicación que se me ocurre para esta situación, tan común en el país, e independiente de sus gobernantes, es que la ignorancia de sus alcances y la incomprensión de su importancia, está presente tanto para apoyar su inicio, como para impedir su conclusión”.
Noviembre, 1999

 

Se han mostrado algunos segmentos del texto que escribiera el arquitecto Joel Sanz para acompañar la presentación del proyecto. El texto completo digitalizado en PDF puede descargarlo aquí: Bitácora de tres propuestas para Quíbor. Joel Sanz. Nota: se abrirá una segunda ventana donde hay que volver a hacer “click” y automáticamente el archivo en pdf. Esta operación podría tardar unos minutos.


 
Todas las fotografías del slide pertenecen a V. Sánchez Taffur


Joel Sanz Pino 
Nace en Caracas el 23 de noviembre de 1947. Egresa de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo en marzo de 1970. Inició su actividad docente en 1972, cuando funda junto a Carlos Gómez de Llarena, Pablo Lasala y Jacobo Koifman, la Unidad Docente 9 de la cual fue Coordinador desde el año 1985 hasta el año 2005.
Durante su actividad docente ha sido profesor de Historia de la Arquitectura Moderna desde 1980 hasta 1984, profesor invitado al Taller de Diseño Inter-facultades de la Escuela de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica de Chile en Santiago de Chile en el año 1998, profesor de la Maestría de Diseño Urbano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo en el año 2000 y en noviembre del año pasado fue Profesor Visitante de la Escuela de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Como profesor de la asignatura Diseño sus alumnos han obtenido 21 premios Axis, 8 premios únicos y 13 menciones. 
Comienza su actividad profesional colaborando, con Carlos Gómez de Llarena en el desarrollo del proyecto de una Residencias para ancianos en Caraballeda para la Fundación Planchart, y posteriormente, en 1975, se une como socio de la firma S+P+A, Arquitectos, C.A., a Juan Carlos Parilli y Francisco Arocha. Ha participado en gran cantidad de proyectos de diferentes escalas, y en gran cantidad de concursos de arquitectura. Ha ganado cuatro primeros premios, un segundo premio y cuatro menciones honoríficas.
Entre sus proyectos recientes destacan: Un hotel turístico en Maturín, Estado Monagas, un conjunto de viviendas en Maracay, Estado Aragua, un gimnasio vertical en el Municipio Chacao, y el Centro de Tenis de Campo de la Ciudad Universitaria de Caracas, todos elaborados entre el año 2007 y el año 2009. Actualmente trabaja en el proyecto para un conjunto de viviendas vacacionales en la población de Osma del Estado Vargas. 
Ha publicado artículos en el primer período de vida de El Diario de Caracas, en las publicaciones del desaparecido Instituto de Arquitectura Urbana, del cual fue fundador en el año 1979, en la revista Memoriales del Instituto del Patrimonio Cultural, en la desaparecida revista del Colegio de Arquitectos, y en la revista Punto de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo. Fue articulista, promotor y coordinador de la publicación: “Carceri d´ Invenzione, v 2.0”, que incluyó los proyectos de titulación de sus alumnos en el primer período académico del año 2005. 
En el año 2000 fue distinguido, por el Consejo Nacional de la Cultura CONAC, con el Premio Nacional de Arquitectura. Por resolución del Instituto del Patrimonio Cultural del 20 de febrero del año 2005, fue declarado “Bien de Interés Cultural” del Municipio Brión del Estado Miranda, en el capítulo de la creación individual.
por:Sánchez Taffur 

1 comentario:

Víctor Sánchez Taffur dijo...

Muy agradecido por la reproducción de la reseña que hiciéramos al arquitecto Joel Sanz en nuestro blog. Lo único es que el link a nuestro blog no funciona.

Gracias.

Víctor Sánchez Taffur